SEMANAS 8 Y 9: 01 AL 12 DE JUNIO
EL PASO DE LA EDAD CLÁSICA A LA EDAD
HELENÍSTICA
Las
consecuencias espirituales de la revolución realizada por Alejandro Magno:
Pocos
son los acontecimientos históricos que por su importancia y sus consecuencias
marcan, de manera emblemática, el fin de una época y el inicio de una nueva. La
gran expedición de Alejandro Magno (334-323 a.C.) Es uno de estos y uno de los
más significativos, no sólo por las consecuencias políticas que provocó sino
por toda una serie de cambios concomitantes de las antiguas convicciones que
determinar un giro radical en el espíritu de la cultura griega, que marcó el
fin de la era clásica inicia una nueva era.
La
consecuencia más importante políticamente producida por la revolución de
Alejandro fue la caída de la importancia sociopolítica de la Polis. Ya Filipo el Macedonio, padre
Alejandro, había comenzado a minar sus libertades, Con la realización del
predominio macedonio sobre Grecia, así hubiera respetado formalmente a las
ciudades. Pero Alejandro, con su designio de una monarquía universal divina,
que habría tenido que reunirnos sobre las diversas Ciudades sino países y razas
diversas, asestó un golpe mortal a la antigua concepción de la Ciudad-Estado.
Alejandro no logró realizar su designio por su muerte precoz acaecida en el 323
a. C. y quizá también porque los tiempos no están aún maduras para tal
designio; Sin embargo, luego de 323 a. C., se formaron nuevos reinos en Egipto,
Siria, Macedonia y Bérgamo. Los nuevos monarcas concentraron en sus manos el
poder y las Ciudades-Estado dejaran de hacer historia, como lo habían hecho en
el pasado, al perder poco a poco sus libertades y su autonomía.
Se
estoy haciendo valor fundamental de la vida espiritual de la Grecia clásica,
que era el punto de referencia de la actuación moral Y que platón en su República y Aristóteles en su Política había no sólo teorizado sino
sublimado e hipostasiado, haciendo de Polis
no sólo una forma histórica hacia la forma ideal del Estado perfecto. Por consiguiente, a los ojos de quienes
vivieron la revolución de Alejandro, estas obras perdían su significado y su
vitalidad, aparecían improvisamente sin sintonía con los tiempos y se sitúan en
una perspectiva lejana.
Difusión
del ideal cosmopolita:
Al
declive de la Polis no se siguió el
nacimiento de organismos políticos dotados de nueva fuerza moral y capaz de
encender una nueva idealidad. Las monarquías helenistas, nacidas del disuelto
imperio Alejandro, a lo cual se aludió más arriba, fueron organismos inestables
y, de todos modos, no de tal naturaleza que implicaran a los ciudadanos y
constituyeran un punto de referencia para la vida moral. De “ciudadano” que
era, en el sentido clásico del término, el hombre griego paso a ser
“súbdito”. La vida en dos nuevos estados
se desenvuelve independientemente sus deseos. Las nuevas las “habilidades” que
cuentan, no son ya las antiguas “virtudes civiles”, sino determinados
conocimientos técnicos que no todos pueden proceder porque requieren estudios y
disposiciones especiales. En todo caso, pierden el antiguo contenido ético para
adquirir propiamente uno más profesional. El administrador de la cosa pública
llegase un funcionario, el soldado un mercenario y al lado de estos, nace el
hombre que, al no ser ni el antiguo ciudadano, ni el nuevo técnico, asume ante
el Estado una actitud de desinterés neutral, cuando no de aversión. Las nuevas
filosofías construirán la teoría de esta nueva realidad, colocando el Estado y
la política entre las cosas neutras, es decir, moralmente indiferentes o
exactamente algo que se debe evitar.
En
el 146 a. C. Grecia pierde precisamente su libertad y es convertida en una
provincia romana. Lo que Alejandro sueño lo realizaron los romanos, aunque de
otra manera. Así el pensamiento griego,
al no ver una alternativa positiva a la Polis,
se refugió en el ideal del “cosmopolitismo”, considerando al mundo entero con
una ciudad, hasta llegar a incluir en esta cosmópolis
no sólo a los hombres sino también a los dioses. Así se disuelve la ecuación entre hombres y
ciudadano y el hombre se vio obligado buscar una nueva identidad.
[…]
La
cultura “helénica” llegó a ser “helenística” al difundirse entre los diversos
pueblos y razas. Esta difusión comportó, fatalmente, una pérdida de profundidad
y pureza. La cultura helénica, al entrar en contacto con tradiciones y
creencias diversas, debía necesariamente asimilar algunos elementos. Las
influencias de Oriente se hicieron sentir. Y los nuevos centros de cultura,
como Pérgamo, Rodas y sobretodo Alejandría con la creación de la Biblioteca y
el Museo hecha por los Ptolomeo, terminaron por opacar a la misma Atenas. Si
apenas logró permanecer como la capital del pensamiento filosófico, Alejandría
llego hacer, primero, el centro en donde ofrecieron las ciencias particulares y
luego hacia el final de edad helenista y sobre todo en la edad imperial,
también el centro de la filosofía.
Tomado y
editado de:
Historia de la filosofía: 1. Filosofía pagana
antigua
Giovanni
Reale y Darío Antíseri
Compromiso 1:
Consulta sobre
la vida de Alejandro Magno, su linaje, sus estudios y la importancia histórica
de sus campañas militares. Luego, diseña un perfil de su vida reflejando los
aportes que hizo al cambio de mentalidad griega y a la construcción misma del
imperio helénico.
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