SEMANAS 5 Y 6: 10 AL 21 DE AGOSTO DE 2020
Antropología
como filosofía primera [apartado]
EL HOMBRE COMO PROBLEMA
Cuando nada nos llama la atención, cuando nada
nos importa, cuando nada nos interesa, sentimos el aburrimiento y hasta el
sinsentido de la vida. Este es el caso de Alejandra, una joven de décimo grado
que aun teniéndolo todo: un hogar, unos amigos, unas posibilidades económicas,
no se siente contenta de sí misma y por tanto no es feliz. En muchas ocasiones
no aceptamos la realidad: nuestra estatura, nuestro rostro, nuestro color y
ello nos conduce a perder la posibilidad de aprovechar el regalo de la vida y
de la felicidad.
Tomado
de: Santillana Filosofía Grado Décimo
1.
Según tu
opinión responde:
a.
¿Qué le
ofrece la vida, el mundo y la realidad al hombre?
b.
¿Qué te
has preguntado sobre el sentido de tu vida?
c.
¿La
respuesta por el sentido de la vida es fácil o problemática? ¿Por qué?
2.
Busca la
definición de los siguientes términos:
a.
Quimera:
b.
Somatología:
c.
Paleontología:
d.
Etnología:
e.
Hileformismo:
f.
Acto:
g.
Potencia:
ANTROPOLOGÍA
COMO FILOSOFÍA PRIMERA
Ernst Tugendhat. Universidad Libre de Berlín.
En esta
conferencia quiero profundizar una tesis que he mantenido en un ensayo que
publiqué hace algunos años: que la antropología no es simplemente una
disciplina filosófica entre otras, sino que se la debería entender como la
filosofía primera, es decir, que la pregunta ¿qué somos como seres humanos? es
aquella pregunta en que tienen su base todas las otras preguntas y disciplinas
filosóficas.
Esta tesis nos
enfrenta a varias preguntas. Primero, ¿qué es la filosofía?; segundo, ¿es
necesario que las diferentes disciplinas filosóficas requieran alguna unidad
entre ellas y una disciplina o pregunta fundamental?; tercero, en caso de que
así fuera, ¿por qué ha de ser la antropología?; cuarto, y esto será lo más
importante, ¿cómo debemos entender la disciplina de la antropología filosófica
en sí?, ¿tiene ella a su vez una pregunta básica?, ¿y cuál debe ser su método?,
¿de qué manera se distingue de la antropología empírica, es decir, de lo que
los anglosajones llaman cultural anthropology? Otra pregunta que me
parece fundamental para un entendimiento de la antropología es su relación con
la historia y sus disciplinas históricas. Pues al igual que la metafísica, la
pregunta ¿qué es el ser humano? parecería implicar una orientación ahistórica.
Así que nos tendremos que preguntar en qué sentido contradice la antropología a
una orientación histórica y en qué otro sentido se podría decir que ella
conduce a un cierto tipo de orientación histórica.
Comienzo con la pregunta sobre si las diferentes
disciplinas filosóficas tienen alguna base en común o por lo menos alguna
interconexión. En otros tiempos se pensaba que la metafísica tuviera esta
función de una disciplina de base. Hoy, y desde hace ya bastante tiempo, se
habla del fin de la metafísica. Pero no es tan obvio qué es lo que se entiende
bajo este título, ¿se trata de la pregunta por el ser, de ontología, o de los
entes suprasensibles y en particular de Dios, de teología? El mismo Aristóteles
vacilaba entre estas dos maneras de entender lo que él llamó filosofía primera.
Pero cualquiera sea el énfasis en lo que se entiende bajo metafísica, no parece
obvio de qué manera ésta podría servir de base para las disciplinas
filosóficas. El mismo Aristóteles no pretendía que así fuera. Muy al contrario,
hizo una distinción tajante entre filosofía teórica y práctica, una distinción
que se encuentra también en Kant, si bien de otra manera, y que es usual aún
hoy: la distinción entre la pregunta por lo que es y la pregunta por lo que
debe ser.
Ahora bien, tanto el ser como el deber ser son algo que
parece remitir a nuestro entendimiento, y cuando nos preguntamos qué entendemos
aquí por nuestro, parece estar presupuesto el entendimiento de nosotros como
seres humanos. Podría parecer entonces que el entendimiento es lo que está en
la base tanto de la filosofía teórica como de la filosofía práctica, y también
de la ontología (pues el ser es algo que encontramos solamente en nuestro
entendimiento) y, si se ve a la teología desde el ángulo de una necesidad
humana, también ella remite al ser y entender humanos. Así, el recurso al
entendimiento humano se ofrece como el punto de partida natural tanto de la
distinción entre lo práctico y lo teórico, como también de las diferentes
concepciones de metafísica, y lo mismo parece obvio en disciplinas como lógica,
ética, teoría de la acción, etc. Parece hasta difícil tener que imaginarse una
disciplina filosófica que no remita al entendimiento humano.
Hay un famoso pasaje en la Lógica de Kant donde
sostiene que las tres preguntas que él cree que son las fundamentales de la
filosofía ¿qué puedo conocer? (epistemología), ¿qué debo hacer? (ética) y ¿qué
puedo esperar? (religión), remiten todas a la pregunta ¿qué es el hombre? (en
la edición de la Academia Prusiana IX, 25). En este pasaje, Kant concibió por
primera vez la idea de la antropología como filosofía primera. Es más, este
pasaje ya contiene una indicación importante sobre el método de la
antropología. Debemos fijarnos en el hecho de que las tres preguntas que según
Kant nos llevan a la pregunta ¿qué es el hombre? están formuladas en primera
persona, mientras que esta pregunta ¿qué es
el hombre? está en una formulación objetiva. ¿Qué significa esta
tensión entre formulación en primera y en tercera persona? Creo que Kant
estaría igualmente de acuerdo si formulásemos las tres preguntas en la primera
persona plural: ¿qué es lo que podemos saber?, etc. Si combinamos las dos
formulaciones, resulta para la pregunta final la formulación ¿qué somos como
seres humanos?. Obviamente Kant entiende las preguntas de las cuales está
partiendo (¿qué debemos hacer?, etc.) de tal manera que no implican ¿qué
debemos hacer por encontrarnos en tal o tal tradición, por ejemplo, en la del
cristianismo?. Por un lado, Kant habla en primera persona, por el otro entiende
sus preguntas por el lado más amplio posible, en el de la humanidad. Kant no
entendió la antropología simplemente como una disciplina formal que estuviera
por encima de las diferentes tradiciones culturales (como lo hizo la
antropología filosófica en el siglo XX), sino que habla como representante de
la Ilustración: debemos, parece decir, tomar nuestras medidas sobre cómo pensar
y qué hacer, no de la historia, no de las tradiciones, sino del hecho de que
somos seres humanos. Sobre este aspecto de cómo entender la antropología en
contraste con las disciplinas históricas volveré más adelante.
[…]
Ernest Tugendhat
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